en Alicante dos nuevos cuadernos
de la colección Miradas sobre la Inmigración
El Observatorio Valenciano de las Migraciones (Fundación CeiM) ha presentado dos nuevos cuadernos de la serie Miradas sobre la Inmigración, que elabora el Ivie. Ambos números se basan en la tercera edición de la Radiografía de la Inmigración en la Comunidad Valenciana, realizada también por especialistas del Ivie.
El cuaderno número 9 de la colección de Miradas lleva por título La asistencia sanitaria a la población extranjera: una necesidad y un derecho. La publicación señala que el acceso de la población extranjera a la red sanitaria pública es un derecho cuyo contenido se establece en la Constitución Española (artículo 43), se especifica en la Ley de Derechos y Libertades de los Extranjeros en España y en la Ley de Cohesión y Calidad del Sistema Nacional de Salud. En concreto, los extranjeros empadronados en España y los menores de edad tienen derecho a la asistencia sanitaria en las mismas condiciones que los españoles. Los adultos no empadronados tienen derecho a la asistencia sanitaria pública de urgencia ante la contracción de enfermedades graves o accidentes. Y las extranjeras embarazadas tienen derecho a la asistencia sanitaria durante su embarazo, parto y postparto.
Los datos de la Consellería de Sanidad indican que en la Comunidad Valenciana existen un total de 5 millones de tarjetas sanitarias en la red pública, de las cuales medio millón (el 10%) eran tarjetas emitidas a favor de extranjeros. El país extranjero con un volumen más elevado de beneficiarios es Reino Unido, con un total de 61.676, seguido por Rumanía, Ecuador, Marruecos y Colombia y, a considerable distancia, por Alemania, Argentina y Bulgaria.
Contrariamente a la creencia extendida, la mayor parte de las personas extranjeras que poseen una tarjeta sanitaria pública acceden a ella directamente bien como titulares del derecho que se origina en su trabajo y su consiguiente afiliación a la Seguridad Social (activos), bien en su condición de pensionista o como beneficiarios (familiares) del derecho concedido a una persona titular.
Las estadísticas relativas a las tarjetas sanitarias de la población extranjera en la Comunidad Valenciana resultan de gran importancia también para matizar considerablemente la opinión, extendida en buena parte de la ciudadanía, acerca de que la población extranjera disfruta gratuitamente de las prestaciones farmacéuticas por las que los españoles deben pagar. En aplicación de las normas vigentes en España, en octubre de 2005 existía en la Comunidad Valenciana un total de 28.013 tarjetas sanitarias en poder de extranjeros empadronados y de 874 tarjetas de extranjeros no empadronados en la Comunidad Valenciana, con derecho en ambos casos a prestaciones farmacéuticas sin aportación del titular, es decir, gratuitas. Entre todas ellas no se alcanza el 10% del total de tarjetas concedidas a la población extranjera y un 1% del total de tarjetas de la Comunidad Valenciana.
Los extranjeros y la Seguridad Social
El cuaderno número 10 de la colección de Miradas está dedicado a Los extranjeros y la Seguridad Social en la Comunidad Valenciana. Según sus principales conclusiones, a lo largo de 2005 se produjo un aumento de la afiliación extranjera en la Comunidad Valenciana de 84.754 personas, multiplicando por más de cuatro el aumento de la afiliación en el año 2004.
Los países con mayor volumen de afiliados extranjeros en la Comunidad Valenciana son Ecuador, Marruecos, Rumanía y Colombia, destacando en términos relativos Bulgaria y Ucrania. El grueso de la afiliación extranjera se produce en las ramas de construcción, hostelería, comercio e industria manufacturera. Por el contrario, existe un conjunto de ramas de la producción, encabezadas por los servicios públicos, que se encuentran muy cerradas a la afiliación extranjera. Por grupos de cotización, los extranjeros predominan en los menos cualificados (peones) y los grupos manufactureros (como oficiales de segunda y de tercera).
Las pensiones contributivas en favor de extranjeros son muy poco numerosas, pues apenas representan el 0,6% de las pensiones contributivas totales en España en 2004 (último dato disponible). La afiliación extranjera es globalmente muy joven, dista mucho de la edad media de jubilación del conjunto del sistema, y un porcentaje elevado de la misma no ha cubierto aún los quince años de cotización necesarios generalmente para adquirir el derecho a pensión de jubilación, la más numerosa del conjunto de pensiones.
En efecto, en 2004 había un promedio de 2 afiliados por pensionista para el conjunto de los españoles, y de 40 afiliados por pensionista para el caso de los inmigrantes marroquíes. Este dato ilustra bien a las claras la magnitud de la aportación extranjera, en especial no comunitaria, a la estabilidad del sistema español de la Seguridad Social en este periodo, en el que los extranjeros cotizan pero reciben todavía pocas pensiones.