El estudio ofrece un preciso diagnóstico sobre los patrones de crecimiento y los problemas de competitividad de las economías
El stock de capital mundial se ha más que duplicado durante los últimos 25 años. La gran protagonista de este proceso de acumulación de capital ha sido Asia, que ha relegado a un segundo plano a otras áreas más desarrolladas. Este es uno de los resultados que ofrece la monografía Patrones de capitalización y crecimiento (1985-2008): Panorama internacional que han publicado la Fundación BBVA y el Ivie. El trabajo ha sido dirigido por Francisco Pérez y el equipo de investigación ha estado formado por Eva Benages y Juan Carlos Robledo (ambos del Ivie) y Marta Solaz (Universitat de València).
La investigación analiza los procesos de acumulación de capital de la economía mundial entre 1985 y 2008 desde una doble perspectiva: considerando el papel de la inversión como componente de la demanda agregada y, de manera especial, su contribución por el lado de la oferta. Para ello estudia una amplia muestra de países y ofrece un exhaustivo detalle de la composición por tipos de activos de la inversión, un aspecto fundamental para un diagnóstico más preciso de los patrones de crecimiento y de los problemas de competitividad de las economías. El punto de partida ha sido la homogeneización de la información procedente de diversas fuentes, entre las que destacan el Banco Mundial, la OCDE y el proyecto EU KLEMS.
Los datos muestran que la mayor parte de los países han reorientado sus dotaciones de capital hacia activos potencialmente más productivos, como la maquinaria y el equipo, especialmente las nuevas tecnologías (TIC). Sin embargo, los activos inmobiliarios siguen representando la mayor parte del stock acumulado. Asimismo, y como pauta general, los países han intensificado el uso del capital, y el valor añadido generado ha superado la aportación (en cantidad y calidad) de los factores productivos, trabajo y capital y, como consecuencia, se han logrado ganancias de eficiencia. Pero hay excepciones, y algunas economías -como la española- han acumulado recursos sin mejorar su productividad.
Esta publicación se suma a estudios anteriores del programa de investigación sobre capitalización y crecimiento que la Fundación BBVA y el Ivie desarrollan conjuntamente desde hace casi dos décadas. El estudio detalla a nivel internacional qué regiones y países poseen mayor capacidad de atraer inversiones, cómo influye la trayectoria y composición de la inversión en el crecimiento y cuáles son sus efectos a corto y a largo plazo.
Más información:
- Índice e introducción del libro
Acceso a la monografía completa
El stock de capital mundial se ha más que duplicado durante los últimos 25 años. La gran protagonista de este proceso de acumulación de capital ha sido Asia, que ha relegado a un segundo plano a otras áreas más desarrolladas. Este es uno de los resultados que ofrece la monografía Patrones de capitalización y crecimiento (1985-2008): Panorama internacional que han publicado la Fundación BBVA y el Ivie. El trabajo ha sido dirigido por Francisco Pérez y el equipo de investigación ha estado formado por Eva Benages y Juan Carlos Robledo (ambos del Ivie) y Marta Solaz (Universitat de València).
La investigación analiza los procesos de acumulación de capital de la economía mundial entre 1985 y 2008 desde una doble perspectiva: considerando el papel de la inversión como componente de la demanda agregada y, de manera especial, su contribución por el lado de la oferta. Para ello estudia una amplia muestra de países y ofrece un exhaustivo detalle de la composición por tipos de activos de la inversión, un aspecto fundamental para un diagnóstico más preciso de los patrones de crecimiento y de los problemas de competitividad de las economías. El punto de partida ha sido la homogeneización de la información procedente de diversas fuentes, entre las que destacan el Banco Mundial, la OCDE y el proyecto EU KLEMS.
Los datos muestran que la mayor parte de los países han reorientado sus dotaciones de capital hacia activos potencialmente más productivos, como la maquinaria y el equipo, especialmente las nuevas tecnologías (TIC). Sin embargo, los activos inmobiliarios siguen representando la mayor parte del stock acumulado. Asimismo, y como pauta general, los países han intensificado el uso del capital, y el valor añadido generado ha superado la aportación (en cantidad y calidad) de los factores productivos, trabajo y capital y, como consecuencia, se han logrado ganancias de eficiencia. Pero hay excepciones, y algunas economías -como la española- han acumulado recursos sin mejorar su productividad.
Esta publicación se suma a estudios anteriores del programa de investigación sobre capitalización y crecimiento que la Fundación BBVA y el Ivie desarrollan conjuntamente desde hace casi dos décadas. El estudio detalla a nivel internacional qué regiones y países poseen mayor capacidad de atraer inversiones, cómo influye la trayectoria y composición de la inversión en el crecimiento y cuáles son sus efectos a corto y a largo plazo.
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