La Fundación BBVA y el Ivie publican una monografía sobre diferenciación en calidad y sofisticación exportadora en el comercio internacional
El informe documenta los desafíos que afronta el sector exportador de la economía española.
Tres de los retos más importantes que afronta la economía española en los momentos actuales son la generación de empleo, la puesta en valor de su capital humano y la estabilización de sus finanzas frente al exterior. El avance frente a estos retos obliga a situar el progreso de su sector exportador como una de las mayores prioridades de la economía española así lo indica el estudio Diferenciación vertical y sofisticación exportadora en el comercio internacional de la Fundación BBVA y el Ivie dirigido por el catedrático de Fundamentos del Análisis Económico de la Universidad de Murcia e investigador del Ivie Francisco Alcalá.
El trabajo identifica de este modo las ventas en el exterior como la única vía a corto plazo para compensar la caída de la demanda interna, además de recordad que las empresas exportadoras son las líderes en dinamismo, innovación y productividad.
La monografía estudia la especialización internacional de las exportaciones de los países, centrándose en los aspectos relacionados con la diferenciación en precio y calidad. La información utilizada abarca para ello más de 5.000 productos y 150 economías. El estudio ofrece datos e indicadores que permiten valorar la evolución de la sofisticación exportadora de los países y las implicaciones sobre sus niveles de renta per cápita, prestando especial atención al conjunto de economías que componen la zona euro y, muy particularmente, a la economía española.
Algunos de los mensajes recogidos en el estudio son:
- España cuenta con un aparato exportador dinámico y diversificado, pero su tamaño es relativamente reducido y sus indicadores de generación de valor añadido quedan por debajo de las cotas medias que alcanzan la mayoría de economías avanzadas.
- Las exportaciones españolas presentan una sofisticación apenas ligeramente superior al nivel medio del comercio mundial y notablemente inferior al de los países de la zona euro: su índice sintético de sofisticación es un 2% superior al de la media mundial y un 14% inferior al de la zona euro.
- La distribución de las exportaciones españolas a lo largo de los distintos sectores es razonablemente similar a la distribución que se observa en las economías avanzadas, pero su especialización dentro de cada sector no se orienta en general hacia las líneas de mayor productividad y, en promedio, la calidad de los productos exportados es relativamente baja.
- Para consolidar un sector exterior que se corresponda plenamente con el de una economía avanzada, España necesita avanzar en todos los frentes de la sofisticación exportadora: el peso global de las industrias de mayor productividad debe ampliarse notablemente y, sobre todo, debe evolucionar dentro de cada industria hacia productos más avanzados y de mayor calidad.
- En el actual proceso de fuerte transformación del comercio internacional caracterizado por la pujanza de algunas economías emergentes, la diferenciación en calidad aparece como el nuevo terreno en el que las economías avanzadas todavía podrían disponer de una ventaja comparativa frente a las emergentes.
El trabajo completa el análisis sobre la especialización internacional iniciado en una monografía anterior publicada en 2012 bajo la dirección del profesor Alcalá, en el marco del programa de investigación de la Fundación BBVA y el Ivie sobre integración y comercio internacional.
El estudio, dirigido por Francisco Alcalá, ha contado en el equipo investigador con Pilar Chorén (Universitat de València e Ivie) y Marta Solaz (Universitat de València).