El Informe Fundación BBVA-Ivie 2014 pide reforzar las señales positivas de recuperación con actuaciones encaminadas a un desarrollo inteligente
Los autores reconocen que los retos a corto plazo para España “son de gran calado, por lo que no caben soluciones simples”
Las reformas económicas e institucionales y de las estrategias puestas en marcha por los agentes privados y públicos deben tener como objetivo un desarrollo inteligente. ¿Cómo lograrlo? Combinando tres elementos: 1) Un crecimiento apoyado en factores productivos de calidad —en especial el capital humano y tecnológico— y mejoras continuas de la productividad de las organizaciones; 2) Unas políticas atentas a la igualdad de oportunidades en el acceso al trabajo y los servicios públicos básicos; y 3) Una preocupación por lograr mejoras de bienestar para las generaciones presentes sin impactos sobre el medio ambiente que pongan en riesgo el bienestar de las generaciones futuras.
Así comienza la cuarta edición del Informe Fundación BBVA-Ivie 2014, que con el subtítulo Los desafíos de un desarrollo inteligente presta una especial atención a problemas estructurales de la empresa, la educación, el empleo, las finanzas públicas y privadas o la pobreza, partiendo de una revisión de la situación de la economía española en el exigente escenario europeo y mundial.
El Informe indica que las señales positivas de recuperación de la actividad de los últimos trimestres, y de corrección de los desequilibrios, necesitan reforzarse con actuaciones que consoliden a medio plazo un crecimiento más generador de valor añadido capaz de generar empleo de calidad y unas políticas públicas eficaces que eviten la exclusión social.
Los autores reconocen que los retos a corto plazo para España “son de gran calado, por lo que no caben soluciones simples”. Las interdependencias entre los problemas de las empresas y el funcionamiento de las instituciones para responder al desafío de volver a crecer de manera duradera requiere, aseguran, que la recuperación de la competitividad del tejido productivo vaya acompañada de medidas para que el desarrollo resulte socialmente incluyente. Para ello es decisivo que continúe la creación de empleo, que este sea de calidad y que el sector público resuelva sus problemas de funcionamiento, pues afectan a su sostenibilidad financiera y a la eficiencia y equidad de sus actuaciones.
También destacan la necesidad de recuperar la confianza, dañada por la falta de oportunidades y la corrupción. “Sin ese capital social unas economías tan complejas como las actuales resultan más difíciles de gobernar, además de resentirse la eficiencia económica y el bienestar social y frenarse el crecimiento”, señala el Informe.
Por su parte, tres son los retos a largo plazo: un crecimiento más productivo, socialmente incluyente y medioambientalmente sostenible. Y en esta dirección el Informe plantea 20 propuestas de actuación.
Algunos de los principales mensajes del Informe son:
- Cualquier propuesta responsable de salida de la crisis necesita reconocer la complejidad de los problemas: no hay soluciones simples.
- Sin confianza en las instituciones la disposición a cooperar para salir de la crisis seguirá siendo baja y llegar a acuerdos por el interés general difícil.
- Sin Europa sería más complicado diseñar una estrategia para España en el escenario global; el camino que siga la UE será determinante de nuestra evolución.
- Las soluciones pasan porque las empresas, las familias y los gobiernos tomen decisiones para cambiar patrones de comportamiento agotados, asumiendo riesgos para poder volver a confiar en el futuro.
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Equipo investigador | Investigaciones relacionadas con el Informe del Programa de Investigación Fundación BBVA-Ivie