El grado actual de integración financiera está lejos del alcanzado antes de la crisis, según muestra el apartado elaborado por el Ivie

Desde que estallara a mediados de 2007 la crisis actual, la integración financiera ha experimentado retrocesos y avances (estos últimos gracias a las medidas llevadas a cabo principalmente por la Comisión Europea y el Banco Central Europeo), y el resultado es un nivel de integración que en la actualidad está lejos del que existía antes de la crisis, como también es menor su contribución al crecimiento económico. Esta es una de las conclusiones que se extrae del Observatorio sobre la Integración Financiera en Europa: análisis del caso español. Este informe elaborado por el Ivie forma parte del Observatorio sobre la Reforma de los Mercados Financieros Europeos 2012, que la Fundación de Estudios Financieros presentó el pasado 16 de mayo en Madrid.

El informe, dirigido por el investigador del Ivie y catedrático de la Universitat de València Joaquín Maudos, se incorporó por primera vez al Observatorio sobre la Reforma de los Mercados Financieros Europeos en la edición de 2008.

Las principales conclusiones del Observatorio 2012 referidas al proceso de integración financiera son:

• El clima de inestabilidad financiera que ha estado presente en 2010 y que ha continuado en 2011 ha impedido avanzar en el proceso de integración hacia un mercado único de los servicios financieros.
• Además de la estrecha conexión existente entre la estabilidad y la integración financiera, una de las lecciones de la crisis es la estrecha relación que existe entre las finanzas públicas y la solidez del sector bancario.
• Otra de las lecciones de la crisis es la rémora que ha supuesto la falta de integración fiscal sobre el proceso de integración de los mercados financieros europeos.
• Aunque la crisis de la deuda soberana afecta inmediatamente a los mercados de deuda, también el mercado de renta variable y los mercados bancarios han sufrido sus efectos.
• En términos de integración, los mercados bancarios recibieron un shock negativo con la crisis que redujo sustancialmente las transacciones cross-border entre los sectores bancarios europeos.
• Respecto a los niveles de capitalización existentes antes de la crisis, los valores de 2010 superan a los de 2007 en la mayoría de países europeos, lo que muestra la recuperación que se ha producido.
• Los elevados niveles de endeudamiento de algunas economías europeas han obligado a realizar un proceso de desapalancamiento.
• El avance hacia un mercado único permite crear un clima de mayor competencia, lo que incentiva las ganancias de eficiencia. En este contexto, el retroceso en la integración que se ha producido con la crisis ha impactado negativamente sobre la productividad del sistema financiero.
• A pesar de la crisis, España sigue siendo el país de la UE-15 en el que mayor ha sido la contribución del desarrollo financiero al crecimiento económico, siendo la aportación de la integración financiera similar al promedio europeo.
• El reducido crecimiento de la capitalización financiera que ha tenido lugar en el periodo de crisis explica la escasa contribución del desarrollo financiero al crecimiento del PIB, siendo la aportación en España superior a la media europea. En este periodo también se ha reducido el beneficio de la integración y con más intensidad en España.
• El recrudecimiento de la crisis de la deuda soberana que ha tenido lugar en 2011 tras el segundo rescate de Grecia, ha vuelto a demostrar una vez más la importancia de lograr un entorno de estabilidad financiera para recuperar el terreno perdido en materia de integración. Sin un avance en la integración fiscal y una mejora en la gobernanza económica no es posible avanzar hacia la construcción del mercado financiero único europeo.

Más información:

Intervención de Joaquín Maudos en la presentación del Observatorio sobre la integración financiera en Europa: análisis del caso español. Madrid, 16 de mayo
Fundación de Estudios Financieros (FEF)
Observatorio sobre la Integración Financiera